Ubicado al sur de Bolivia, es un departamento que cautiva con la belleza de sus paisajes y la riqueza de su herencia cultural. Conocido como la tierra del vino y el singani, ofrece al visitante una experiencia única entre viñedos, montañas, ríos cristalinos y encantadores pueblos coloniales llenos de historia y tradición.
Tarija también es la puerta de entrada al Chaco boliviano, una región cálida y vibrante con identidad propia, naturaleza exuberante y costumbres profundamente arraigadas. Es un destino ideal para quienes buscan autenticidad, buena gastronomía, música chapaca y la calidez de su gente.